Las quemaduras de tercer grado son las siguientes en gravedad tras las quemaduras de segundo grado y en ellas se destruye el tejido ya que la quemadura se introduce en todas las capas de la piel y estas desaparecen. Se trata de una lesión que no produce ningún dolor, puesto que las terminaciones nerviosas también han sido eliminadas. Sí que puede causar dolor en zonas adyacentes a la quemadura de tercer grado que tengan quemaduras de primer o segundo grado. Otro de los signos de este tipo de quemaduras es la inflamación del área afectada y el aspecto que adquiere la piel, que se ve seca, oscura o con manchas blancas.

El tratamiento de quemaduras de tercer grado debe establecerlo un médico puesto que revisten mucha gravedad y en el diagnóstico influirá la edad de la persona, la superficie del cuerpo quemada, el lugar donde se ha provocado el quemazo y el origen de dicha quemadura.
Cuando sucede un accidente de estas características, tan importante será saber qué hacer en caso de sufrir quemaduras de tercer grado como qué no hacer cuando alguien se haya quemado. Si ocurre en casa lo primero que habrá que hacer es tapar la quemadura con alguna gasa limpia pero con nada que pueda soltar algún tipo de pelo o resto sobre ella; tampoco aplicar cremas pues se puede infectar la zona, y se debe tratar que la persona que ha sufrido este accidente no entre en shock, tumbándola y levantando sus pies del suelo, a poder ser que la quemadura quede por encima de la cabeza. En todo caso, lo primero será acudir a un centro médico para recibir los cuidados de enfermería necesarios dada la gravedad que revisten este tipo de quemaduras.
Lo que nunca habrá que hacer será aplicar cremas, pomadas, pasta de dientes o demás remedios caseros sobre una quemadura de tercer grado. No se deberá dejar que el paciente se enfríe completamente, si no únicamente la zona afectada con agua, tampoco demasiado fría. No se le dará analgésicos hasta que no lo vea un médico, ni se le despegará la ropa o cualquier otra cosa que se haya podido quedar adherida a su piel. Y si la quemadura es porque ha habido llamas sobre su cuerpo, nunca se apagarán con agua, si no cubriéndole o haciendo que ruede por el suelo.
¿Qué puede provocar quemaduras de tercer grado?
Existen diferentes causas que pueden provocar quemaduras de tercer grado, como entrar en contacto con un líquido hirviendo, con llamas, con productos químicos o con alguna fuente de electricidad.
En el caso de las quemaduras de tercer grado por electricidad su gravedad vendrá determinada por el voltaje de la fuente que ha provocado la descarga, la resistencia que tengan los tejidos y el tiempo de exposición. Se trata de quemaduras no térmicas cuyos efectos aparecen más tarde que en éstas y las lesiones graves no se aprecian tanto en las partes más superficiales de la piel, si no que pueden producir daños importantes en órganos vitales.
Quemaduras en los niños
Los pequeños que tengan menos de cuatro años son más propensos a sufrir complicaciones cuando sufren quemaduras, puesto que su piel es más fina y suave que la de la gente mayor. En el momento en el que se producen quemaduras de tercer grado en niños se deberá tener especial cuidado en tratarlo adecuadamente para que no desemboque en algo peor.
El médico deberá limpiar y retirar la piel muerta de la zona que ha resultado quemada, algo que debe hacerse en un hospital y por personal cualificado, nunca en casa. Además, se le aplicará al niño antibióticos para prevenir o tratar la aparición de infecciones, y cremas también antibióticas que deberán aplicarse en el momento adecuado. La dieta del niño deberá incluir alimentos ricos en proteínas y complementos nutricionales para que sus necesidades estén cubiertas y sus órganos funcionen correctamente, también se le podrán administrar medicamentos para aliviar el dolor en el caso de tener zonas con quemaduras de primer o segundo grado y, en el caso que sea necesario, se puede realizar un injerto de piel.
Un injerto implica la retirada de un trocito de la piel del niño que se encuentra sana y que se utiliza para tapar aquella que ha sufrido la quemadura. La zona en la que se ha colocado el injerto se debe vendar para que la nueva piel se quede en su sitio. También se cubrirá la zona de la que se ha extraído la piel para el injerto, que se recuperará en unos 10 días.
Cómo saber qué superficie del cuerpo ha resultado quemada
Si queremos hacer un diagnóstico rápido para saber qué superficie del cuerpo ha sufrido quemaduras de tercer grado se puede aplicar la denominada regla del 9, siempre en adultos porque es más precisa que en niños. Así pues, la cabeza de un adulto es el 9% de toda su superficie corporal, cada extremidad superior corresponde a otro 9%, el tronco y el dorso y cada extremidad inferior son un 18% cada uno y los genitales externos suponen el 1% restante.